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El truco del vino frío que también funciona como bolsas de hielo para su refrigerador

Apr 22, 2024

Usted sabe que el vino en caja ofrece valor y conveniencia, pero ¿qué pasa con el respeto al medio ambiente? Después de todo, su practicidad no termina una vez que se acaba el vino. Escondido dentro de esa caja hay una joya que puede reutilizarse de la manera más refrescante posible: la propia bolsa de vino. Más allá de su propósito principal, esta bolsa puede convertirse rápidamente en una bolsa de hielo para una variedad de bebidas, desde refrescantes bebidas no alcohólicas hasta cócteles en lotes.

Además de disfrutar de su fácil dispensador, existen otras buenas razones para aprovechar al máximo las bolsas de vino reutilizadas. En primer lugar, reutilizar significa que se desperdician menos artículos. Al reutilizar, estás aportando tu granito de arena al planeta. En segundo lugar, al congelar las bolsas de vino rellenadas, no solo obtienes una bebida deliciosamente fría, sino que la bolsa también funciona como una bolsa de hielo para tu hielera, asegurando que todo lo demás se mantenga helado. La naturaleza flexible de las bolsas de vino les permite caber cómodamente en neveras portátiles, ocupando menos espacio que las botellas o contenedores rígidos. Por supuesto, deberá seguir algunos pasos para limpiar y preparar las bolsas antes de reutilizarlas para cócteles portátiles o como bolsas de hielo para mantener fría la hielera.

El primer paso para preparar una bolsa de vino para reutilizarla es enjuagarla bien con agua tibia. Esto asegura que todos los residuos del vino se eliminen, evitando sabores persistentes o fermentaciones no deseadas. Simplemente llene la bolsa con una solución de agua tibia y una gota de jabón para platos, ciérrela y agítela vigorosamente. Déjalo reposar durante unos minutos y luego enjuaga bien. Asegúrese de que la bolsa esté completamente seca para evitar el crecimiento de moho colgándola boca abajo o usando una rejilla para secar botellas para permitir que se seque al aire.

Ahora viene la parte divertida. Llena la bolsa limpia con la bebida que prefieras. Podría ser una tanda fresca de limonada, té helado o incluso una gran cantidad de cócteles como destornilladores o daiquiris. Deja algo de espacio en la parte superior si planeas congelarlo. Una vez llena, elimine la mayor cantidad de aire posible, selle la bolsa y colóquela en el congelador. Una vez congelado, está listo para guardarlo en su hielera o usarlo como bebida fría independiente, una vez que se descongela un poco en una barbacoa o en un día soleado de playa. Saludos a la sostenibilidad, bebidas frías y una hielera fría.